¿Potencial en polvo? El futuro con la fabricación aditiva

Las aplicaciones de la fabricación aditiva y en polvo son numerosas, desde componentes para la fabricación de coches, aviones e incluso naves espaciales hasta componentes electrónicos e implantes médicos.

"El espacio es un campo interesante. Está creciendo con la aparición de microsatélites y empresas que aspiran a explorar el espacio. Se trata de una producción de bajo volumen, pero de alto valor y con muchos materiales avanzados, por lo que es muy habitual utilizar procesos pulvimetalúrgicos", afirma Pasi Kangas.

La pulvimetalurgia y la fabricación aditiva son tecnologías ecológicas reconocidas.

"Sólo se utiliza exactamente la cantidad de material que se necesita para construir el componente y se puede reciclar el material sobrante y volver a utilizarlo. Usar polvos metálicos es realmente eficiente en cuanto a recursos".

Si, por ejemplo, utiliza titanio para imprimir en 3D piezas para la industria aeroespacial, conseguirá componentes ligeros que reducirán el consumo de combustible y el impacto ambiental.

Kangas prevé un futuro próspero para la tecnología de polvos y la fabricación aditiva.

"En un futuro próximo prevemos que el sector de la fabricación aditiva pase a la producción en serie de, por ejemplo, motores aeroespaciales, y que las tecnologías de impresión sean cada vez más avanzadas y estables. Creemos que muy pocos componentes serán sustituidos por la fabricación aditiva, pero para los que sí, realmente marca la diferencia y añade un valor muy alto. Por ejemplo, se pueden necesitar 20 piezas en lugar de 800".