Satisfacer el apetito francés por la innovación
Con su filosofía de adopción temprana de nuevas tecnologías, la empresa francesa SMPL se ha convertido en un valioso socio de pruebas de productos para las innovaciones de Sandvik en utillaje.
SMPL (La Société de Mécanique du Pays de Lanvaux), cerca de la localidad francesa de Rochefort-en-Terre, es una historia de éxito regional. En la última década, la empresa metalúrgica ha duplicado sus ingresos, triplicado su plantilla y cuadruplicado su espacio de trabajo.
Siempre he asumido riesgos y ha merecido la pena. Si no los asumes, no llegas a ninguna parte.
Ahora sirve de piloto de pruebas para las últimas herramientas de Sandvik Coromant y fabrica piezas de maquinaria a medida para todo tipo de sectores, desde el agrícola hasta el aeronáutico. Y ha pasado de ser un mercado local en Bretaña a una empresa con la vista puesta en el mundo, con envíos a países como China, Brasil y Sudáfrica.
Un movimiento audaz
La transformación se debe a Olivier Goëtnick, un joven y dinámico empresario de un pueblo cercano. Goëtnick conocía los talleres mecánicos. Compró el primero a los 32 años. SMPL fue el segundo, que compró dos años más tarde. Incorporó un tercero poco después.
Olivier Goëtnick and his company SMPL are early adopters of new technology.
"Cuando yo llegué, SMPL no era más que un taller de corte con 12 empleados", recuerda Goëtnick, ahora director además de propietario. "Los propietarios se jubilaban y la empresa ya no crecía, ni se renovaba. Si hubiéramos seguido igual, hoy no estaríamos aquí"
El cambio de rumbo de SMPL empezó con un riesgo. "Siempre he asumido riesgos y ha merecido la pena", explica Goëtnick. "Si no los asumes, no llegas a ninguna parte"
Pero en este caso el riesgo estuvo a punto de ser contraproducente.
Lo cambió todo. Y el acabado era perfecto, hasta la micra.
Hace unos cinco años, una empresa especializada en células robotizadas, y uno de los líderes del mercado en el desbarbado de piezas de fundición para marcas de automóviles de fama mundial como Renault y Peugeot, ofreció a SMPL un gran negocio. SMPL aceptó -la empresa estaba ansiosa por introducirse en un nuevo mercado-, pero las cosas no tardaron en complicarse.
"Era mucho trabajo", recuerda Gérard Jobin, mano derecha y jefe técnico de Goëtnick. "Perdíamos en vez de ganar dinero porque empleábamos al menos 15 horas de mano de obra en cada pieza. Era desesperante"
Sandvik marcó la diferencia
No queriendo abandonar el negocio, el equipo de SMPL recurrió a Sandvik Coromant, una marca que habían oído sonar entre los competidores, e invirtió en la gama Silent Tools del grupo.
"Eso lo cambió todo", afirma Jobin. "De repente, empleábamos sólo 10 horas en cada pieza y el acabado era perfecto, hasta la micra"
The performance of CoroTurn® Prime turning tools impressed SMPL technical chief Gérard Jobin so much that he posted a video online ahead of the official launch.
La experiencia marcó el inicio de una importante colaboración entre SMPL y Sandvik Coromant. El afán de SMPL por probar nuevas herramientas, junto con su perfil de "early adopter", acabaría convirtiéndose en socio de pruebas de productos de Sandvik Coromant, incluidos los sistemas de herramientas CoroCut® QD, CoroTurn® 300, Coro- Turn® Prime y, más recientemente, CoroCut® QD para tronzado en el eje Y, que salió al mercado el 1 de octubre de 2017.
"No me lo podía creer cuando vi por primera vez la CoroTurn Prime en funcionamiento", afirma Jobin al describir su capacidad para girar en todas las direcciones.
Una colaboración inestimable
De hecho, quedó tan impresionado que grabó un vídeo y lo publicó en Internet dos semanas antes del lanzamiento oficial de la herramienta. El día del lanzamiento ya había recibido más de 11.000 visitas.
Nuestra colaboración se basa en una gran confianza y en un verdadero intercambio de conocimientos.
Josselin Blanchet, de Sandvik Coromant en Francia, afirma que la colaboración entre SMPL y Sandvik Coromant ha sido inestimable.
"Nuestra asociación se basa en una gran confianza y en un verdadero intercambio de conocimientos", afirma Blanchet. "Somos extremadamente afortunados"