La tecnología hace posible la electrificación
El impulso a la electrificación de la minería se basa en un desarrollo tecnológico que se acelerará rápidamente y que reportará beneficios sustanciales a la industria.
Ya se trate de tecnología de intercambio automático de baterías, aumento del voltaje, prolongación de la vida útil de las baterías o capacidad y fiabilidad de los equipos, Sandvik aspira a liderar el sector en la era de la electrificación.
"En cierto sentido, queremos dejar claro a los clientes que no tienen por qué cambiar su método de explotación minera", afirma Brian Huff, Vicepresidente de Tecnología y Línea de Productos de Baterías y Vehículos Eléctricos Híbridos de Sandvik. "Pueden seguir utilizando sus camiones y cargadoras como hasta ahora".
Una vez que se asume una electrificación, cambian muchos otros factores, dice Huff, pero con la electrificación hay beneficios en todos los ámbitos, incluidas las cero emisiones, que benefician la salud de los trabajadores y la operación de la mina.
"Facilita la ventilación, los gobiernos la apoyan y reduce las emisiones globales", dice Huff. "Todo empuja en la misma dirección".
Tecnología de baterías intercambiables
Una característica única en la industria minera -y una característica con exigencias únicas- es el tamaño y el peso de la maquinaria. Se necesita una potencia considerable para hacer funcionar los volquetes de 60 toneladas y las grandes cargadoras que operan continuamente en las minas.
"La mejor manera de conseguir más potencia, de tener un vehículo más capaz, que funcione a mayor velocidad y suba cuestas más empinadas, es aumentar el voltaje", dice Huff, señalando que el voltaje se ha incrementado a un ritmo rápido en cada generación de vehículos hasta la fecha.
El camión viaja un 10% más rápido que una máquina diésel tradicional
Una cuestión crítica en la electrificación de la minería es optimizar la carga y el uso de la energía para garantizar que las máquinas eléctricas de batería sean tan productivas o más que sus homólogas diésel. Sandvik aborda esta cuestión con su propia tecnología de baterías auto-intercambiables.
"El sistema de baterías intercambiables es la forma más rápida de obtener energía para que la máquina funcione", afirma Mikko Valtee, Director de Investigación Aplicada de Sandvik.
"El intercambio de baterías significa que se pueden cargar las baterías al mismo ritmo que se utiliza la energía, mitigando los picos de consumo de la infraestructura, minimizando la cantidad de potencia de carga que se necesita y optimizando realmente todo el equipo".
La base será eléctrica
Y con los potentísimos vehículos eléctricos de batería, que pueden tener el doble de potencia que una máquina diésel en el mismo espacio de aplicación, su mayor velocidad compensa fácilmente el poco tiempo dedicado a cambiar las baterías.
"Incluso en un ciclo de transporte de 13 kilómetros en una rampa del 15 por ciento, sólo hay dos cambios en toda la operación, y el camión se desplaza un 10 por ciento más rápido que una máquina diésel tradicional", dice Huff. "Así que, en términos netos, la productividad es igual o mejor usando baterías".
Un entorno más limpio y fresco
Con la productividad que ya existe, y con la electrificación ofreciendo el potencial de un entorno más limpio, fresco y libre de emisiones, así como oportunidades de ahorro de costes en ventilación, el futuro parece brillante. Y el desarrollo tecnológico no hará sino acelerarse.
De cara al futuro, Huff prevé un rápido impulso de la electrificación, con muchos avances en cuanto a capacidad, densidad y fiabilidad de la energía. Mientras tanto, las baterías durarán más y serán más pequeñas.
"Cuando alguien se plantee una flota, dejará de preguntarse por qué debería optar por equipos electrificados y empezará a preguntarse por qué volveríamos a usar gasóleo", dice. "La línea de base será eléctrica, y creo que ese enfoque de cambio de sentido se producirá muy rápidamente".