Un graduado global local

El viaje hasta la entrevista para el Global Graduate Program se convirtió en una pesadilla, pero la cálida acogida en Sandvik el día después le hizo sentirse como en casa.

Seis meses antes de terminar su máster en ingeniería, Jonathan Bergström, de 26 años, seguía planteándose qué programa de posgrado cursar. Pero un viaje de pesadilla a la entrevista para el Programa Global de Postgrado de Sandvik acabó dándole toda la claridad que necesitaba: "La forma en que gestionaron mi calvario de viaje me impresionó de verdad. La cultura de la empresa me dejó boquiabierto".

Jonathan Bergström

En el invierno de 2019, Bergström tenía programado tomar el tren desde su ciudad natal en Gotemburgo, Suecia, para asistir a una entrevista de admisión en las oficinas de Sandvik en Sandviken, 500 kilómetros al noreste. Pero una brutal tormenta de nieve convirtió rápidamente su viaje de seis horas en tren en una pesadilla de larga duración. "Se canceló un tren tras otro, y tras llegar por fin a Estocolmo perdí mi conexión", recuerda. "Acabé encontrando un autobús de última hora que me traería el último tramo, pero para entonces ya era de madrugada".

Una cálida primera impresión

Bergström, cada vez más estresado, llamó al hotel gestionado por la empresa en el que le habían alojado, su primer contacto real con la familia Sandvik: "Fueron muy amables y tranquilizadores, y cuando por fin llegué me sentí como en casa". Al día siguiente, tras asistir a la entrevista y mencionar sólo brevemente su calvario de viaje, recibió una llamada telefónica en la que le decían que Sandvik pagaría todas las facturas relacionadas con su problemático viaje.

"Apenas lo había mencionado y ni siquiera había caminado los 200 metros de vuelta a mi hotel cuando se pusieron en contacto conmigo para decírmelo", dice.

Para Bergström, el encuentro con la cultura Sandvik fue una revelación, y un factor clave en su decisión de unirse a otros nueve reclutas en el Sandvik Global Graduate Program unos meses más tarde: "Mi primera impresión no ha dejado de sonar desde entonces. Puedo ver por qué tanta gente se queda aquí de por vida".

En septiembre de 2019, Bergström se embarcó en el programa de 15 meses de duración, alternando entre módulos de aprendizaje facilitados por profesores y tres colocaciones in situ, todo ello con el apoyo de un mentor de Sandvik. "Las colocaciones realmente juegan su papel porque aprendes cómo trabajan juntas las diferentes unidades, y durante los módulos de aprendizaje tienes la oportunidad de conocer a altos directivos y aprender sobre sus viajes en Sandvik."

Trabajar a distancia desde casa

Su primer destino in situ fue la división de bandas de Sandvik Materials Technology, en Sandviken, donde trabajó en un proyecto de mejora del rendimiento que incluía el desarrollo de una nueva herramienta para analizar qué parte de la producción se destinaba a chatarra.

El segundo destino estaba previsto en Japón, "pero justo cuando había reservado todos mis billetes y organizado dónde vivir, llegó Covid-19 y arruinó esos planes", ríe, y explica cómo se unió en su lugar a sus colegas japoneses de Sandvik Machining Solutions a distancia desde su oficina en Suecia.

Esta fue también la parte más complicada del programa, "sobre todo adaptarme al huso horario japonés". Su proyecto giraba en torno a la sostenibilidad y a cómo la división podía mejorar una de sus cadenas de suministro de producción sustituyendo los transportes aéreos por transportes marítimos.

La tercera y última estancia de Bergström fue en una unidad de Sandvik Mining and Rock Solutions en Irlanda, pero una vez más, la pandemia mundial se interpuso en el camino de cualquier viaje: "Me he convertido más en un graduado local que en un graduado global", bromea, y explica cómo ayudó a la unidad a preparar una nueva plataforma de planificación de recursos empresariales (ERP). "Fue muy emocionante formar parte de ello porque es un proyecto enorme de ocho años que acaba de empezar, y pude participar en el proceso de contratación, y ayudar en las presentaciones a la alta dirección, etc.".

Bergström, que hoy trabaja como Change Leader -lo que significa que dirige diferentes proyectos de mejora, desde producción y logística hasta finanzas- en la unidad de producción de polvos de Sandvik Coromant en Gimo, dice que el Global Graduate Program le ha enseñado más en un año y medio "de lo que de otro modo habría aprendido en tres".

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