Un momento supercrítico

La gasificación en agua supercrítica puede ayudar a los países a pasar sin problemas a las energías renovables, pero requiere materiales capaces de soportar altas temperaturas y presiones.
Países de todo el mundo buscan nuevas formas de acceder a una energía más limpia. Para los que actualmente dependen del gas natural -como los Países Bajos, donde representa el 40% del consumo energético del país-, el simple cambio al gas renovable tiene muchas ventajas. Al igual que el gas natural, puede almacenarse eficazmente a gran escala, transportarse a largas distancias y utilizarse en las infraestructuras de gas existentes. El único problema es que no se puede producir suficiente gas renovable para cubrir las necesidades de los Países Bajos, y mucho menos del mundo.
Gerard Essing
Esto es algo que SCW Systems, cliente de Sandvik, pretende cambiar: "Desarrollamos tecnologías novedosas para convertir flujos de residuos orgánicos en vectores energéticos neutros en carbono, o incluso negativos en carbono", explica Gerard Essing, director general de SCW Systems. "La tecnología utiliza la cuarta fase natural del agua -la fase supercrítica del agua- para dividir moléculas hasta un nivel casi atómico. Esta fase, en gran medida desaprovechada, se produce cuando las temperaturas alcanzan los 375 °C y la presión es superior a 221 bares."
Proceso completamente renovable
Cuando el agua está en fase supercrítica, las sustancias orgánicas, como las aguas residuales, se vuelven extremadamente solubles. El agua se convierte en un disolvente para los componentes orgánicos y en un catalizador para la conversión rápida y casi completa de la energía almacenada en los componentes orgánicos en gas. A partir de ahí, componentes gaseosos como el hidrógeno pueden almacenarse y utilizarse en la misma infraestructura que los suministros de gas existentes. Como el proceso utiliza residuos para crear hidrógeno, es completamente renovable.
La mayoría de los aceros no pasarían el corte
Junto con Gasunie New Energy, SCW Systems ha desarrollado con éxitoDyon Hermsen una instalación de demostración para la gasificación de agua supercrítica y ha comenzado la producción del primer gasificador industrial de agua supercrítica del mundo.
Para fabricar sus gasificadores, SCW Systems necesitaba materiales avanzados capaces de soportar altas temperaturas y presiones: "Durante la fase de desarrollo, hubo que modificar los parámetros hasta un nivel en el que la mayoría de los materiales no podrían soportar las condiciones. La mayoría de los aceros no darían la talla", afirma Dyon Hermsen, Director de Ventas de Sandvik.
Desarrollo en colaboración
Tras varios años de desarrollo y pruebas en colaboración, la solución fue Sanicro®, grados Sandvik de aleaciones de níquel y aceros inoxidables austeníticos de alta aleación. El material Sanicro utilizado en esta solución específica se caracteriza por su alta estabilidad estructural, resistencia a la fluencia y resistencia a la oxidación, y se ha desarrollado específicamente para su uso a temperaturas de material de hasta 700 °C.
Mientras Sandvik sigue trabajando con SCW Systems para apoyar la producción industrial de sus gasificadores, el futuro de la gasificación de agua supercrítica parece prometedor. Recientemente, el gobierno holandés se fijó la ambición de producir 2.000 millones de metros cuadrados de gas renovable para 2030, el 60% de los cuales se producirán mediante tecnología de agua supercrítica. Si tiene éxito, muchos otros países que también cuentan con una amplia infraestructura de gas podrían seguir su ejemplo.