En alas del cambio

Reducir el consumo de energía en todo el mundo es esencial para preservar el medio ambiente y mantener bajos los costes. El acero para válvulas de compresores de Sandvik está ayudando a reducir el consumo de energía aparato a aparato.

El "efecto mariposa" fue una idea introducida por el matemático y meteorólogo estadounidense Edward Lorenz a principios de la década de 1960. Sugirió que un pequeño cambio en las condiciones, como el aleteo de un ala de mariposa, podría crear un resultado drásticamente diferente más adelante.

Lorenz se refería a los patrones meteorológicos cuando hizo su analogía hace más de 50 años, pero también se aplica al consumo de energía. Según el informe BP Statistical Review of World Energy , el consumo de energía en todo el mundo creció un 2,9% en 2019, su ritmo más rápido en esta década y un aumento notable impulsado por lo que entonces era una economía mundial robusta y necesidades de calefacción y refrigeración más fuertes en muchas regiones. Reducir el consumo de energía está directamente correlacionado con un medio ambiente más limpio. Cuando se consume menos energía, se reduce la cantidad de emisiones tóxicas, como el CO₂, que liberan las centrales eléctricas, se conservan los recursos naturales de la Tierra y se protegen los ecosistemas de la destrucción.

Sandvik Materials Technology tiene sus propias alas de mariposa, suministrando acero a las válvulas de los compresores, que pueden tener un grosor de tan sólo 0,060 mm y se utilizan en la refrigeración, una aplicación que consume mucha energía. Cuanto más eficiente es el sistema de refrigeración, menos energía se utiliza.

"Nuestro amplio surtido de aceros y nuestra constante alta calidad ofrecen ventajas de diseño a los fabricantes de compresores, junto con una vida útil superior de la válvula del compresor", afirma Remco Jongen, jefe de producto de Sandvik. "Un verdadero valor para nuestros conocidos clientes de la industria de electrodomésticos".

Las válvulas de compresor fabricadas con acero Sandvik y utilizadas en frigoríficos y aparatos de aire acondicionado pueden reducir significativamente el consumo de energía y, en consecuencia, las emisiones de CO₂. En todo el mundo existen ya legislaciones para reducir el consumo de energía. Con la demanda de energía en máximos históricos y aumentando día a día, cualquier producto que pueda reducir el uso de energía es vital en la lucha por preservar el medio ambiente.

En EE.UU. se utilizan 350 millones de aparatos de aire acondicionado al año. En China, esa cifra asciende a 500 millones. Sólo los aparatos de aire acondicionado de estos dos países representarán el 20% del consumo total de energía del mundo en 2030.

Los fabricantes de compresores de todo el mundo buscan válvulas de acero para compresores que puedan soportar mayores cargas dinámicas y que requieran mejores propiedades de fatiga del material de la válvula. Tomemos como ejemplo los frigoríficos. El acero Sandvik para válvulas de compresores en frigoríficos se mueve hasta 200 veces por segundo para conseguir la máxima eficiencia energética. A modo de comparación, el aleteo del ala de un colibrí Colibri se produce a una velocidad de 70 veces por segundo. Estas válvulas compresoras ofrecen a los fabricantes de compresores un camino hacia un menor consumo de energía y una reducción de las emisiones de CO₂ de sus aparatos.

Si todos los hogares de China utilizaran electrodomésticos (frigoríficos, congeladores, aparatos de aire acondicionado y otros electrodomésticos) con válvulas de compresor fabricadas con acero Sandvik, capaces de soportar 20.000 millones de movimientos en su vida útil, se podría reducir el consumo de energía de ese país en unos 25 billones de vatios hora al año y disminuir las emisiones de CO₂ en 225 millones de toneladas anuales.

Un pequeño movimiento que causa un gran efecto, tal como sugirió Lorenz.